REENCUENTRO
Hay lugares de paso que recuerdas toda la vida, y otros, permanentes, que desearías ocultar en lo más recóndito del cerebro. Debido al oficio de mi padre, conocí más ciudades de lo que hubiese querido y necesitado. Fue en una de ellas donde comencé a cultivar dos de mis grandes pasiones: los libros y el café. Mi trabajo, el destino, o una mezcla de los dos, acabaron por devolverme, aunque solo fuera por unas pocas horas, a uno