REENCUENTRO
Hay lugares de paso que recuerdas toda la vida, y otros, permanentes, que desearías ocultar en lo más recóndito del cerebro. Debido al oficio de mi padre, conocí más ciudades de lo que hubiese querido y necesitado. Fue en una de ellas donde comencé a cultivar dos de mis grandes pasiones: los libros y […]
PEREGRINO
Enero de 1809 La silueta camina con andar pesado, solitaria. El sendero, si alguna vez lo fue, es una mezcla de barro, tierra y agua sin inicio ni fin. El ambiente gélido hace llorar unos ojos gris ceniza, que se mimetizan con el cielo plúmbeo, en un atardecer que ya languidece. Tirita de […]
LÁGRIMAS
Una cortina de agua arrojaba con furia lágrimas plateadas contra el porche acristalado. La lluvia difuminaba la línea del horizonte, confiriendo al paisaje una continuidad brumosa. Infinidad de surcos, efecto de la erosión, canalizaban el agua hasta el mar, rasgando la arena metódicamente. Cuando el cielo plomizo le hacía una visita, Julio Rioja se […]
ELLA
Es ella, estoy seguro. Camina entre la niebla con determinación. La misma con la que cuidó de mi padre hasta el último momento. Nunca una mala cara, nunca un mal gesto. ¿Cómo olvidar aquella tarde de mayo en la que el sol arrancaba destellos dorados en los escaparates de enfrente de casa? Él, en su […]
ÉL
La niebla se deshace en hilos de plata, tamizando una luz que lucha por iluminar el timbre dorado de la bicicleta. La apoyo en una de las columnas de los soportales y suelto la vieja cesta de mimbre del abuelo. Soy consciente de lo atemporal de la pieza; sin embargo, conservarla, ejerce en mí un […]
EL CHOPO
Un pueblo de España. Abril de 1971. «Se sacudió los dedos y lavó su mano en el río». Estas últimas palabras quedaron flotando, suspendidas en el aire tibio de un crepúsculo que mutaba a púrpura. Sin añadir nada más, el abuelo Genaro se retiró, bastón en mano, realizando un esfuerzo ciclópeo con cada paso que […]
EL ABUELO
Llueve. Apenas hay gente en la calle. La silueta está apoyada en una de las columnas de los soportales delante del taller. Observa, a través de sus ojos glaucos, cómo el cielo plomizo va descargando de forma suave, con cierta pereza, su contenido líquido, despacio. Plic, plic, plic. —¡Alejandro!, ¿en qué piensas? […]
AMANECER VIOLETA
La única bombilla del pequeño barracón deja de parpadear. El teniente suspira, aliviado, agradeciendo esa pequeña tregua, y cierra sus ojos, presa del agotamiento. Apenas unos segundos después, los abre y se asoma con precaución a una de las desvencijadas ventanas. La luz violeta del amanecer pugna por abrirse paso entre un cielo plúmbeo […]